miércoles, 16 de febrero de 2011

Martes, 13 de febrero (V)

(En su casa, Joss. Nervioso, por qué no decirlo, piensa en voz alta.)


Son las 5. Hemos quedado a las 6. Tengo una hora para ducharme, ponerme lo primero que pille, sin descuidar demasiado, comer algo y llamar a la empresa para decir que la reunión se pasa a la semana que viene. Calculando que tardo... mm... vale, bien. Voy bien. Qué me dirá. ¿Qué pedirá? Es una pregunta tonta, ya lo sé, -dice al ver que Blowie, su yorkshire, lo mira con cara rara- pero es que eso dice mucho de la personalidad de alguien. Coca-cola... mmm... no creo. Batido. Batido de... vainilla. Con hielo picado. Para que esté frío pero no demasiado. Y para que le de tiempo a bebérselo antes de que se derrita. Seguro que pide eso. Es como una niña, lo sé, y eso que no la conozco. Qué llevara. Medias de color. Qué, qué, qué... Bah. No pienses más, tonto. ¡Actúa! O mejor aún. Carpe diem, como siempre te decía tu padre. 




(Clau está ya en la cafetería. Ella se duchó por la mañana, como siempre. Eligió la ropa justo cuando él se fue. Llevaba medias. Claro, como siempre. Amaba las faldas. Y sus botas. En fin, que ya estaba ahí, tomando un batido de chocolate, con hielo picado. No quedaba de vainilla.)


Quedan treinta minutos. Jo, quiero que venga ya. Parece mentira, pero me hace ilusión sólo verlo. No sé cómo será, pero de momento lo que ha hecho por mí me dice mucho. Hacía mucho que no hacían nada parecido. Por no decir nunca. Le hablaré de ti.- Le dice a su gato, Missú- Le diré que eres mi bebé, que siempre me escuchas. ¿Qué beberá él? ¿Qué colonia utilizará? Bueno... a ver qué surge. Yo no voy a pensar más, siempre que lo hago la termino cagando. Así que... no pensar, sí actuar. 


Y ahí están, cada uno en un sitio. Cada uno pensando una cosa, pero al fin y al cabo, lo mismo. En el otro. Y eso es lo importante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario