miércoles, 13 de julio de 2011

Le pregunté el porqué de sus idas y venidas sentimentales y emocionales. No obtuve respuesta alguna, cosa que para nada me sorprendió, allí yo nunca existí, jamás tuve voz y voto y no porque no defendiera mis derechos y mis sentimientos; y como siempre pasaba eso, comencé otro monólogo más de esos que tanto me irritaban pero los cuales eran la única forma de decir "estoy aquí".

"¿Sabes? No sé a ti, pero a mí me empieza a cansar ser la marioneta de esta relación, me empieza a cansar el ir detrás de ti o tu estúpido séquito de amigos y amigas que lo único que hacen es meterte mariposas en la cabeza, empiezo a estar harto de no poder expresarme si no es a través de gritos o lloros, de arrastrarme. Quizás sea lo único que mantiene con vida a nuestra relación, mi actitud. No veo que tengas ilusión, ni siquiera cariño hacia esto que hemos tenido, porque ya no tenemos nada. Me parece increíble que todavía no seas capaz de decir nada, ni de hacer una jodida mueca con la cara para demostrar dolor, alegría, tristeza o algún sentimiento. Oh, mira, algo se mueve en ti. ¿Arqueas las cejas? ¿En serio te sorprendes? ¿En serio te "parece fuerte", como tú siempre dices, que me haya revelado por fin? Te quiero. Y por eso mismo, por ese sentimiento que me despiertas, tengo que dejarte ir. O dejarme ir. No te guardo rencor, simplemente te tendré como algo que me hizo saber qué decir cuando nadie habla."

Y así, sin más, dejé de existir para ella, pero esta vez literalmente. No volvió a llamarme, a día de hoy creo que nunca le importé...

3 comentarios:

  1. Hay gente incapaz de expresar sentimientos... pero en este caso no parece una buena persona ¬¬

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  2. Si nunca le importo lo mejor es desaparecer a sus ojos ¿no?
    Muy bueno.
    Un beso

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  3. Me encantó.
    En ocasiones debemos dejar marchar algo que queremos, pero que sabemos que, en el fondo, no nos conviene...
    Un besazo!

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